Buscar

sábado, 27 de febrero de 2010

Morbilidad asociada con los terceros molares retenidos o parcialmente erupcionados en la línea de fracturas mandibulares Parte 2

DISCUSION

El rango total de complicaciones (21,2 %) pudiera parecer elevado a primera vista. Esto lo explica el hecho de que nuestro servicio recepciona a un porcentaje elevado de pacientes de la provincia Santiago de Cuba, muchos de los cuales viven en zonas intrincadas con bajo nivel cultural y carencia de hábitos higiénicos-dietéticos adecuados. Otro factor es el diseño retrospectivo de la investigación, donde se incluyen todas las complicaciones, aun problemas relativamente menores para los cuales pudo haberse prescrito antibiótico inadecuadamente por parte de los residentes.

Este estudio demostró en lo particular, que en la tendencia al desarrollo de infección de los terceros molares parcialmente erupcionados o impactados encontrados en la línea de fractura mandibular no existe diferencia en la morbilidad posoperatoria, independiente de si el diente es extraído o dejado. La morbilidad posoperatoria tampoco obtuvo diferencias notables cuando se empleó reducción abierta o cerrada.

Un hallazgo inesperado pero importante, fue el rango de complicación extraordinariamente elevado en los pacientes tratados con la modalidad: retención del diente en la línea de fractura con reducción abierta de esta última. Esta combinación de factores resultó en una elevada morbilidad estadísticamente significativa (p <>

A pesar de que en nuestro estudio a un grupo de pacientes se les realizó reducción abierta sin extracción del tercer molar, consideramos necesario recalcar que si una reducción abierta con fijación interósea es planificada, la remoción del tercer molar potencialmente problemático debe ser llevado a cabo del interior del sitio de fractura antes de efectuar su reducción. Si la fractura resulta desplazada por la manipulación asociada con la extracción del diente, esta puede ser subsecuentemente reducida durante la reducción quirúrgica. Contrariamente, si la reducción cerrada fue planificada, entonces el diente debe ser generalmente mantenido a causa de la posibilidad de que la manipulación asociada con la remoción del diente pueda necesitar una reducción abierta para obtener una adecuada reducción. En algunos de nuestros casos, el diente también contribuyó con la contención del segmento proximal, esto constituyó un incentivo adicional para mantener este. De aquí se desprende que las 2 modalidades terapéuticas más empleadas resultaron ser la reducción cerrada sin extracción del diente y la reducción abierta con extracción del mismo.

Este estudio no comparte los criterios de Wagner et al.8 quienes concluyeron que las complicaciones ocurren con más probabilidad en las fracturas del ángulo en que un diente retenido era extraído durante la reducción abierta con fijación interósea alámbrica, aunque el tamaño de la muestra en su estudio no fue lo suficientemente amplia para un análisis estadístico. No obstante, ellos opinaron que los datos sugerían un hallazgo importante: los terceros molares retenidos en la línea de fractura deben ser mantenidos. Nuestros resultados no apoyan totalmente este criterio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario