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viernes, 25 de mayo de 2012

CONSIDERACIONES A TOMAR EN CUENTA EN LA BIOSEGURIDAD DE LA CLINICA ODONTOLOGIA

Si comenzamos hablando de bioseguridad es necesario determinar que son normas básicas de conducta que debe tener cualquier profesional en el curso de su trabajo diario, cuando se enfrenta a los agentes de riesgo para su salud y la de la comunidad. Riesgo en bioseguridad es aquel agente que se encuentra en el ambiente laboral, capaz de ocasionar daño a la salud tanto del operador como de las personas que se mantienen en su entorno, incluyendo paciente y personal.
En clínica odontológica se puede hablar de riesgos generales y de riesgos propios de la actividad; los primeros son asimilables a todos los factores de riesgo que alteran la llamada salud ocupacional, que podríamos definir como situaciones o agentes que se encuentran en el ambiente laboral, capaces de ocasionar daños o arriesgar la salud del trabajador. Los segundos, los propios de la actividad, se refieren a factores de riesgo determinados por el ejercicio y uso de la profesión; y aun hay algunos más específicos, propios del ejercicio de una determinada especialidad odontológica.

En esta oportunidad nos referimos a los riesgos de tipo biológico propios de la actividad odontológica. Hablaremos del empleo de guantes, mascarillasy protector ocular. El uso habitual de guantes ha pasado a ser una buena medida de protección contra las enfermedades infecciosas por contagio directo, como herpes simple, hepatitis A y B. En los procedimientos habituales, las manos se convierten en un medio de transmisión, y su higiene es uno de los métodos preventivos.
Los profesionales deben considerar dos factores que pueden provocar la contaminación: los microorganismos patógenos transitorios y la flora residente; los primeros, que se adquieren por contacto con el medio, tienen un corto lapso de vida y se eliminan con un buen lavado de manos; la flora residente superficial también puede eliminarse con el lavado de manos, pero la que se encuentra en los pliegues de la piel, en el tracto respiratorio o en los tejidos orales no puede eliminarse. Sin embargo, el lavado no evita la reaparición de los microorganismos, y en muchos casos la epidermis no está intacta debido a heridas producidas durante el procedimiento, como por ejemplo: cortes, pinchazos; por estas razones, el uso de guantes es lo más apropiado.
Diferentes estudios han evaluado las propiedades de los guantes usados en forma rutinaria; en general, no se usan guantes estériles, que por requerimientos de sensibilidad táctil, adaptabilidad y comodidad, son algo delgados y por ello susceptibles de sufrir desgarros o perforaciones. En consecuencia, cuando se usan en esta forma el operador debe complementar la prevención con otras medidas, tales como la vacunación contra el virus de hepatitis B.

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