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sábado, 30 de enero de 2016

Mitos de la salud bucodental

Mito 1: No hace falta cepillar los dientes de

leche.

Los chicos necesitan la higiene bucal más que nadie, porque sus dientes son más débiles y porque consumen más golosinas, leches chocolatadas, gaseosas y otras fuentes de caries.

Los padres deben ocuparse del cepillado tan pronto como aparezcan los primeros dientes. Aun antes, conviene iniciar el hábito masajeando con una gasa limpia las encías desdentadas.



Mito 2: La mujer pierde calcio cuando está embarazada y se le sueltan los dientes.

La mujer en el embarazo tiene los suficientes depósitos de calcio para formar la dentición de su hijo y no tener problemas con sus propios dientes. Sin embargo uno de los problemas dentales que sí puede sufrir una mujer embarazada es la llamada gingivitis gestacional, una inflamación de la encía provocada por el desorden hormonal propio de esta etapa, que hace que muchas mujeres eviten el cepillado producto de las náuseas. "Es importante fortalecer la higiene", en este periodo.



Mito 3: Se puede usar frenillos a cualquier edad y tener

buenos resultados.

Hay que considerar las condiciones de cada paciente, el estado de los huesos maxilares y la salud general de la boca, aunque es recomendable iniciar un tratamiento a temprana edad, ser adulto no es impedimento para utilizar frenillos y lucir una bonita sonrisa.



Mito 4: Si cepillamos nuestros dientes muchas veces en un día, arruinaremos el esmalte.

En lo que se refiere a cepillado, solo puede arruinarse el esmalte de los dientes si se utiliza un cepillo de cerdas muy duras y se realiza un cepillado compulsivo y con violencia. Lo ideal es cepillar sus dientes después de cada comida y utilizar un cepillo de cerdas suaves para no lastimar ni el esmalte ni la encía.



Mito 5: Si no se ve daño, no existe daño.

Este mito es uno de los más populares y uno de los más equivocados. Es recomendable que se haga un chequeo odontológico dos veces en el año precisamente para que sea el mismo profesional quien evalúe la salud de su boca. Muchas veces los problemas no están a la vista del ojo sin entrenar y el pasar por alto un control puede significar molestias más adelante.



Mito 6: La limpieza profesional desgasta el esmalte

y daña la encía

La limpieza dental profesional que se realiza en clínicas dentales, tiene como objetivo eliminar la placa bacteriana y el sarro acumulado entre los dientes y por ello, no desgasta el esmalte. Aunque sí es cierto que en algunos casos, después de una limpieza, la encía y los dientes tengan mayor sensibilidad, pero este es un problema pasajero que solo dura algunos días.

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