lunes, 9 de octubre de 2017

Estrés y dolor de dientes, ¿por qué?


Mantener una buena higiene oral es incluso más importante
El estrés y el dolor de dientes pueden estar estrechamente relacionados, no en vano el estrés está considerado como un factor de riesgo frente a diferentes patologías de la boca: bruxismo, enfermedades periodontales, trastornos de la articulación temporomandibular, caries, etc.

¿Por qué? Fundamentalmente por dos razones. La primera es que los dientes superiores entran en contacto con los inferiores con una frecuencia considerablemente mayor de lo habitual. La segunda es que lo hacen presionando los unos sobre los otros debido a la tensión que el estrés genera en los músculos de la cara y en especial sobre los que sujetan la articulación temporomandibular.
Y ambos factores generan una intensa fricción entre los dientes, lo que genera un mayor desgaste de la dentina y por tanto aumentan las posibilidades de que se produzca alguna lesión de los mismos, además del bruxismo o rechinar de dientes nocturno.
El dolor dental es una clara manifestación de que el estrés ya ha producido algún daño. Únicamente una visita periódica al odontólogo –al menos cada seis meses– permitiría en la mayoría de los casos advertir los signos iniciales de los efectos del estrés en el conjunto de la estructura de la boca:
Es obvio que el mejor tratamiento preventivo para evitar el dolor de dientes asociado al estrés es combatir este último, ya sea practicando ejercicios de relajación, con terapia psicológica o cualquier otra técnica. En cualquier caso, lo que sí es importante es acudir a la consulta del odontólogo para que éste evalúe los problemas que el aumento de la tensión causó.
Es importante asistir al odontólogo para que realice una evaluación

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