jueves, 19 de abril de 2018

¿Qué haríamos sin dentistas?

Podemos pensar con la imaginación, podemos sonreír un poco para valorar a un tipo especial de personas que nos alivian la vida, que dan paz a nuestro espíritu y lo hacen de una manera asombrosa, con una mezcla de buena voluntad, de sacrificio, de mucho estudio y una gran dosis de paciencia. Me refiero a los dentistas, cuya labor va desde lo estético hasta lo profundamente humano: nuestra dentadura y nuestra capacidad de apreciar nuestro poder de masticar para poder alimentarnos con dignidad. Como cada ser humano tiene el poder de irradiar energías, podemos aprender a irradiar la energía del reconocimiento y la energía de la gratitud para este “tipo especial” de personas que nos traen tanto alivio, tanta tranquilidad y soluciones a nuestros problemas dentarios.

Para poder hacer tu ejercicio de emisión de energía de reconocimiento y de gratitud , solo piensa en tu dentista e imagina que de tu pecho sale una luz de color lila o violeta brillante e ilumina con esa luz vital a la persona a la que estás reconociendo y agradeciendo, imagina que esa luz gira desde los pies de tu dentista y va subiendo lentamente, siempre curando, sanando y fortaleciendo sus extremidades inferiores y finalmente todo su cuerpo.

Querido amigo o querida amiga puedes tomar conciencia de que habías tenido un gran poder, el poder de reconocer el valor y el mérito ajeno y también el poder de enviar esa energía de gratitud y de buena voluntad.

Nota: Si tienes un amigo dentista puedes hacerle llegar un ejemplar de este artículo para mostrarle tu gratitud.

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