Entre los síntomas que puede tener tu bebé, se incluyen: Babeo de saliva (puede provocar irritación facial), inflamación y dolor en las encías, irritabilidad, incomodidad, ganas de morder, pérdida de apetito y problemas para dormir
Aunque muchos papás aseguran que justo antes de que a sus bebés les salga un diente, éstos desarrollan fiebre, goteo nasal o hacen caquitas líquidas, la mayoría de los expertos no creen que esos síntomas estén relacionados con la dentición.
Un experto que sí cree que esos síntomas pueden estar vinculados con la dentición es el pediatra William Sears, autor de The Baby Book (El Libro del bebé). Sears cree que la dentición puede causar diarrea y rozadura de pañal porque el exceso de saliva que se produce durante este proceso, termina en su intestino y provoca que se ablanden sus heces, también opina que la inflamación en las encías podría causar una fiebre leve.
Una cosa en la que todos coincidimos es que debes llamar al doctor si tu bebé presenta síntomas que te preocupan, o bien si la temperatura rectal de tu hijo es de 38,3 grados, o más alta.
Para aliviar la incomodidad es útil el aro de masticación especial para la dentición o un paño húmedo y fresco (mételo un rato en el refrigerador). También puede sentir alivio al comer alimentos fríos, como salsa de manzana o yogur. Otra posibilidad es darle un masajito en las encías: lávate las manos y con un dedo, frota sus encías con suavidad pero con firmeza. La presión exterior le aporta un agradable equilibrio a la presión que siente de los dientes que pujan por salir desde dentro.
Otra opción son los analgésicos tópicos, como un gel o crema, pero habla con tu doctor antes de usar uno de esos productos. Si se emplea con exceso el gel puede llegar a dormir el fondo de la garganta del bebé y debilitar el reflejo de arcada (que previene contra el ahogo con su propia saliva).