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jueves, 10 de abril de 2014

Combate el miedo al dentista



Tu mente te dice que que debes ir al dentista para evitar problemas, pero cuando entras al consultorio no puedes evitar pensar que el sillón se asemeja una silla eléctrica y que el dentista es una especie de reencarnación de Torquemada, inquisidor presto a torturarte con el torno.

Parece un temor de niños, pero la ansiedad que produce un examen odontológico tiene presencia en muchos adultos. De hecho, la doctora María del Carmen Chargoy menciona que es muy raro el mayor de edad que acuda preventivamente.

El psicólogo Carlos Velázquez explica que el temor, que se puede convertir en una fobia, tiene su origen en malas experiencias del pasado y al dolor generado por ese tratamiento.

“El afectado, entonces, asociará olores e imágenes al daño del pasado, causando ansiedad y rechazo. Paradójicamente, esto ocasiona que para evitar un malestar imaginario y recordado, aguantemos un dolor real e intenso”, describe Velázquez.

Tratamiento

Para el psicólogo Óscar Urzagasti, el primer paso es reducir la ansiedad. El principal método que recomiendan los especialistas es la relajación. Esto se logra, primero, acudiendo a un dentista con el que uno se sienta cómodo y en quien se confíe.

Asimismo, se aconseja al galeno informar sobre los factores que producen ansiedad en el tratamiento y explicarle al paciente los pasos que debe seguir y la importancia de realizarlos.

Los expertos también sugieren recurrir a la meditación y a ejercicios de relajamiento antes de sentarse en la silla. Y una vez allí, evitar enfocar la vista en los instrumentos a utilizarse.

“Lo más importante es mentalizarse de que es importante acudir a la cita con el dentista, que es esencial para la salud a largo plazo”, agrega Velázquez.

En el caso de una fobia, de verdadero pánico, se requerirá de una terapia que obligue al afectado a enfrentarse a sus temores de forma racional.

Prevención

Las visitas regulares al dentista ayudan a que el paciente agarre confianza y se relaje con su doctor, ya que lo verá en situaciones menos estresantes que en el caso de un tratamiento de emergencia. Además, garantiza que los problemas no pasen desapercibidos y se agraven con el tiempo.

Medicamento

Existen pastillas que reducen la ansiedad y calmantes suaves que facilitan la relajación y que son de libre venta. Sin embargo, Urzagasti advierte que el uso continuo afecta negativamente en la salud del paciente. Siempre es recomendable consultar con un médico antes de automedicarse.

Fuente: María del Carmen Chargoy, odontóloga, Óscar Urzagasti, psicólogo, y Carlos Velasquez, psicólogo.


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