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sábado, 25 de julio de 2015

Mucocele

El mucocele conocido también como fenómeno de retención mucosa, es una tumoración nodular producida por algún traumatismo en la mucosa y glándulas salivares menores. La cavidad bucal tiene abundantes agrupaciones de glándulas mucosas cuyos conductos en condiciones normales excretan moco en la superficie y conservan una atmósfera húmeda a la mucosa.

La incidencia de esta lesión oscila entre el 0,4 y el 0,8 por ciento de la población general, siendo más prevalente en la primera y la segunda década de la vida. No existen diferencias en cuanto a la afectación de mucocele por sexos, pero sí una mayor frecuencia de aparición en el labio inferior. Esta mayor frecuencia en dicha zona parece estar relacionada con ciertos hábitos de mordisqueamiento.

Como ya mencionamos la ubicación más frecuente para encontrar un mucocele, es en la superficie del labio inferior, aunque puede encontrarse también en el labio superior. Pueden también aparecer en la cara interna de la mejilla, en la cara anterior y ventral de la lengua y en el piso de la boca. En éste último caso, el mucocele recibe el nombre de ránula (del latín que significa rana, debido a que la apariencia de esta lesión se asemeja la panza de una rana).

Se acepta la existencia de dos tipos de mucoceles de las glándulas salivales:

Mucocele por extravasación: Representa la forma más frecuente de este tipo de lesión y en la mayor parte de los casos afectan a pacientes entre los 10 y 30 años, siendo causados por ocurrencias traumáticas como mordeduras, microtraumas por aparatología ortodóncica o como complicación de alguna intervención quirúrgica. Como consecuencia de esto, la ruptura o el seccionamiento de un ducto salival producen una extravasación.

Mucocele por retención: Es la forma menos frecuente de este tipo de lesiones; afecta a pacientes con más de 40 años de edad. El mecanismo patológico por el que se producen, está directamente relacionado con una sub-oclusión de la luz de la glándula salival.

Los mucoceles en algunos casos se resuelven espontáneamente sin intervención, después de un corto tiempo. Otros tienden a permanecer crónicamente y son los que requieren remoción quirúrgica. Pueden ocurrir recurrencias, en cuyo caso se remueve la glándula afectada como medida preventiva. Para removerlos se usan diversas técnicas quirúrgicas, entre ellas el láser y otras técnicas mínimamente invasivas, lo que reduce drásticamente el tiempo de recuperación.



Consultorio: Velasco Galvarro Nº 2311 entre Santa Bárbara y Jaén

Teléfono: 5258129 Cel.: 68148417

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