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martes, 2 de marzo de 2010

CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE EL USO CLÍNICO DE LOS ADHESIVOS DENTINARIOS Parte I

INTRODUCCIÓN:

La práctica totalidad de los sistemas de adhesión a dentina actualmente comercializados se basan en el principio de la formación de una zona de interdifusión o capa híbrida, tal como fue en su día descrita por Wang y Nakabayashi(1). La teoría de la capa híbrida se basa en la desmineralización superficial de la dentina, dejando expuestas al exterior fibras de colágeno. Estas fibras de colágeno son "empapadas" por una resina hidrofílica del sistema adhesivo, dando lugar al fraguar a un entramado muy sólido, que proporciona una unión muy resistente. Aun cuando la teoría no ha sido totalmente demostrada, la realidad muestra que al utilizar in vitro estos adhesivos, se obtienen unas uniones entre el material de obturación y la dentina altamente resistentes (por encima de los 20 MPa). No es el objetivo del presente trabajo entrar en detalle en las consideraciones químicas ni morfológicas de la adhesión, aspectos estos que están siendo analizados con detalle en los últimos años, sino señalar los aspectos que tengan mayor trascendencia para el uso clínico de estos sistemas adhesivos.

ADHESIÓN A ESMALTE:

Desde su introducción por Buonocuore(2) en 1955, el éxito clínico de la adhesión a esmalte ha sido una constante: si el esmalte es grabado convenientemente, se logra una unión firme y duradera. El tiempo adecuado de grabado sin afectar la resistencia al cizallamiento de la unión esmalte-resina(3-5), se ha reducido de los 60 segundos iniciales a apenas 15 segundos en la mayor parte de las situaciones clínicas. Se han utilizado diferentes ácidos, siendo el más habitual el ortofosfórico, en concentraciones entre el 30 y el 40%(6).La aceptación del grabado de la dentina en los últimos años, ha llevado a muchos autores a intentar combinar el grabado del esmalte y de la dentina. Para ello se han introducido ácidos más débiles (cítrico, maleico, oxálico,…) (7-9), y se han reducido los tiempos de aplicación de los mismos sobre esmalte, comprometiendo en ocasiones la fiabilidad de la adhesión(10-11) . En la actualidad, aun cuando con otros ácidos (como por ejemplo el maleico) se pueden alcanzar resultados equivalentes a los del ortofosfórico(12-15) , la mayor parte de los clínicos y casas comerciales se inclinan más al uso de este último ácido, en concentraciones del 30-40 %, y en tiempos que oscilan de los 15 a los 60 segundos en función del tipo de esmalte. El uso del ortofosfórico sobre el esmalte hace que éste pierda su brillo característico y adopte un peculiar color "blanco tiza", que es una evidencia macroscópica de un patrón de grabado correcto. Al utilizar otros ácidos más débiles, o al reducir los tiempos de grabado, se pueden obtener patrones de grabado adecuados, pero que no son evidenciables macroscópicamente. Esta es una de las principales razones por las que los clínicos prefieren el ortofosfórico.

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