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miércoles, 18 de mayo de 2011

Uso de la amalgama en ortodoncia, ¿un peligro latente?

Algunos odontólogos e investigadores afirman que el uso de la amalgama puede causar daño a los pacientes, debido a que tiene mercurio, un metal tóxico para el ser humano. Sin embargo, aún son muchos los dentistas que defienden su utilización.

En odontología se habla de “amalgama de plata” para referirse a una aleación utilizada con el fin de obturar las cavidades que aparecen como consecuencia de las caries y así restablecer la función masticatoria y devolver estabilidad mediante la reposición, con este material, de los tejidos perdidos.

El odontólogo, Antonio Álvarez, explica que los empastes dentales de amalgama tienen mercurio como parte de sus componentes. Éste es como un metal líquido que se mezcla con la amalgama (polvo de metal granulado) para formar la masa que cubrirá las cavidades dentales.

El mercurio es un metal pesado altamente tóxico. La intoxicación por metales pesados puede ocasionar patologías o agravar otras. Siete empastes de amalgama corresponden a un peso de alrededor de dos gramos de mercurio puro. Bastan cuatros gramos de este metal puro para matar a una persona. Y los empastes con amalgama aún se siguen poniendo en las cavidades dentales de muchas personas. Existen informes científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) que advierten del peligro del mercurio para la salud de las personas.

El odontólogo Álvarez señala que para que la amalgama con mercurio sea tóxica para la persona, ésta debe estar presente en más de cuatro piezas dentales del paciente. La amalgama con mercurio va soltando de a poco este metal tóxico, porque a sólo 20 grados centígrados se evapora el mercurio y en esta forma de vapor es altamente tóxico. Al existir en la boca a veces temperaturas entre 40 y 60 grados, continuamente se libera vapor de mercurio que es absorbido por el cuerpo.

“La pieza dental, con el tiempo, libera el mercurio, el cual va a terminar paulatinamente en zonas del cerebro. Se han realizado tomografías, donde se ve que el mercurio termina en el cerebro, lo cual produce algunos trastornos, alteraciones, mal funcionamiento. El uso de la amalgama tiene sus consecuencias”, señala el odontólogo.

Álvarez explica que la persona puede tener hasta tres obturaciones de tamaño mediano dentro la cavidad bucal y no correrá peligro de toxicidad. Más de esa cantidad, sí puede producir alteración en la persona.

También indica que se puede liberar mucho mercurio cuando el dentista retira la amalgama de una pieza dental a través de la perforación con el torno dental. Si el mercurio es tragado por el paciente, puede causarle alteraciones. Por ello, los odontólogos retiran con mucho cuidado la amalgama, desgastándola con la turbina, pero con el artefacto de aspiración.

El dentista Franz Arce defiende, por su parte, el producto. Este profesional indica que el mercurio utilizado en la amalgama no llega al 50 por ciento, sólo humecta al producto y a la plata, que es el metal más utilizado dentro de la amalgama.

“El mercurio, como metal, no es absorbible por el cuerpo humano, no hay daño en reportes de estudios serios hechos tanto en odontólogos que trabajan con la amalgama como en las personas en las que ha trabajado con amalgama”.

Arce señala que el mercurio que suele ser dañino es el que se encuentra metabolizado en ostiones y peces que están en zonas con aguas contaminadas, porque ese mercurio se hace un poco orgánico, que es el que causa daño.

LA AMALGAMA ES MÁS ECONÓMICA QUE OTRO TIPO DE MATERIAL

El odontólogo Álvarez señala que uno de los motivos para que la gente siga usando la amalgama es el precio de la misma, que es mucho más económico que el material estético. Él ya no aplica la amalgama hace cuatro años, porque son los propios pacientes que piden que se les aplique la sustancia blanca estética, para “verse más natural”. Sin embargo manifiesta que algunos de sus colegas sí la siguen usando y “la defienden a muerte”.

“Una amalgama bien hecha, puede durar hasta 15 años, mientras que una restauración estética, puede durar de siete a ocho años”, apunta Álvarez.

Por otro lado, Arce señala que la amalgama no es tóxica, pero sí la sustancia blanca estética, que ahora es usada en vez de la amalgama.

“Yo noto claramente que esta guerra contra el mercurio comenzó desde que aparece el material estético blanco, pero que no llena las funciones que tiene la amalgama, cuando se degrada el material blanco, también es tóxico”, señala Arce.

(RECUADRO)

LO QUE EL MERCURIO PUEDE OCASIONAR EN EL ORGANISMO

El mercurio, según se indica en algunos informes de salud, puede dar lugar a efectos secundarios, incluso demencia y pérdida de coordinación motora. También se afirma que es causante del Síndrome de Fatiga Crónica, Síndrome de Sensibilidades Químicas Múltiples, Disbiosis (irregularidades microbiana dentro del cuerpo), Síndrome de mala absorción intestinal, Síndrome del intestino (colon) irritable, Candidiasis crónica, y de otros males.

En un artículo elaborado por el presidente de la Asociación Nacional de la Organización Venezolana denominada MERCURIADOS, Servando Pérez Domínguez, indica que en diversos países, y desde hace años, existe una actitud de prudencia frente a los empastes dentales de amalgama y afirma que en Noruega están prohibidos desde el 2008. También advierte que en Cataluña, España, las autoridades sanitarias y científicas (Departamento de Salud y Departamento de Medio Ambiente, el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos, además del Colegio de Químicos) han decidido tomarse en serio las advertencias de los informes oficiales de la OMS sobre el peligro del uso del mercurio en los empastes dentales de amalgama y han recomendado a los Odontólogos/Estomatólogos no poner empastes de amalgama, especialmente (no exclusivamente), a embarazadas y a menores de 14 años.





(RECUADRO)

EMAT OFRECE EL SERVICIO DE RECOJO DE RESIDUOS MÉDICOS

Con el fin de evitar que el personal que trabaja en la Empresa Municipal de Aseo de Tarija (EMAT) se contamine y para preservar el medio ambiente, esta entidad que pertenece a la Alcaldía realiza un trabajo especial con los desechos médicos, incluidos los odontológicos.

El responsable de EMAT, Hugo Miranda, explica que existe un “Reglamento para la Gestión de Residuos Sólidos de Establecimientos de Salud”, mediante el cual se ordena que todo centro de salud, incluidos los consultorios odontológicos, están obligados a registrar su labor en el Servicio Departamental de Salud (SEDES), donde se les indica que recaben la normativa de EMAT, que conozcan el reglamento para obtener la licencia de funcionamiento y lo apliquen en el recinto de salud, a fin de evitar la contaminación de personas y del medio ambiente con residuos médicos.

Por ello, EMAT establece una frecuencia, es decir, un día a la semana para recoger los residuos de los establecimientos de salud. “Esto está avanzando paulatinamente porque en el 2009 teníamos cerca a 400 establecimientos médicos. Estamos hablando desde hospitales grandes hasta una veterinaria, pero ahora también se llega a consultorios dentales y de enfermería”.

Desde el 2004, la institución maneja de manera separada los residuos de establecimientos de salud en general, no solamente de los hospitales, sino también de cualquier recinto de salud que deseche material médico, que puede ser contaminante, principalmente las agujas.

Los residuos, una vez trasladados al relleno sanitario por el personal especialmente capacitado, son tratados con una solución de agua con cal para disminuir su peligrosidad y son confinados en una celda de seguridad que está cercada con malla metálica, para que no entren personas ajenas a EMAT, tampoco animales. Los residuos son enterrados, no están sobre la tierra.

LOS RESIDUOS DE AMALGAMA

Sobre los residuos de amalgama que son utilizados por dentistas, Miranda indica que la cantidad usada por ellos es tan mínima que por ahora no está siendo tratada de manera apartada, dentro de lo que significa la recolección de residuos sólidos de establecimientos de salud. Los residuos médicos odontológicos son recogidos en un vehículo especial junto a los residuos tipo A.

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