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miércoles, 10 de octubre de 2012

Odontólogos usan sedantes para tratar a niños “difíciles”

La clínica odontológica Live Dent, de La Paz, utiliza el método de “sedación consciente” para tratar a niños “difíciles”, es decir, a aquellos que son muy sensibles al dolor o se sienten aterrorizados ante la presencia de los médicos y pueden entorpecer su trabajo.

Un funcionario del Ministerio de Salud y un médico anestesiólogo señalan que este método no es recomendable y apuntan como una mejor opción el uso de anestesia local o incluso general, pero bajo un adecuado control.

Cecilia Orellana, odontopediatra de Live Dent, explica que la “sedación consciente” consiste en el uso de dosis controladas de midazolam, un fármaco administrado por vía oral o nasal y que mantiene calmado al niño.

De acuerdo con la especialista, conviene utilizar este método en menores de cinco años con quienes no se puede establecer una buena comunicación para que acepten ser tratados.

Orellana explica que el tratamiento crea cierta “amnesia”, pues los pequeños no recuerdan el tratamiento y afirma que “no existe ningún riesgo porque las dosis son mínimas”.

No obstante, dijo que antes de decidir el empleo de los fármacos realizan un trabajo psicológico en busca de ganarse la confianza de los pacientes. Posteriormente, si se requiere del uso de anestesia local, primero aplican un anestésico tópico en spray o en gel en la encía, a fin de que no sientan la punción de la aguja. Si este procedimiento es resistido por el niño, se recurre a la sedación consciente, con la autorización de los padres.

Pero si aun con este método no es posible tratar al niño y su dentadura está muy dañada, se recurre a la anestesia general, también previa autorización.

Según Orellana, para estos casos se requiere de exámenes cardiológicos y otras pruebas de salud en los pacientes.

Pacientes con discapacidad

La anestesia general también es aplicada a niños con discapacidad mental por la dificultad de comunicarse con ellos.

El medicamento utilizado para este fin es el seboflorano, según Orellana, quien añade que la clínica dispone de un quirófano para este tipo de tratamientos.

“En caso de tratarse de niños con dificultades físicas (como ciegos, sordos, paralíticos u otros) resulta más fácil la comunicación. Se puede realizar tratamiento psicológico e incluso la sedación consciente si son muy sensibles al dolor”, agregó.

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