domingo, 20 de noviembre de 2016

Osteítis alveolar

La osteítis alveolar o alveolitis, es una complicación que acontece tras la extracción dental, quedando definida como una inflamación del alveolo óseo que aloja las raíces dentales. La frecuencia de aparición de la alveolitis tiene un margen muy amplio, desde el 1% hasta el 70%. Generalmente se acepta que la mayor incidencia de esta enfermedad acontece tras la extracción de terceros molares retenidos, en los que la aparición de esta complicación es de un 20-30% de las extracciones, diez veces más que en el resto de extracciones dentales.

Ocurre cuando el coágulo de sangre que cubre el hueco de la extracción no se llega a formar o en su defecto, se desplaza hacia otros tejidos bucales. Esta situación provoca que tanto el hueso como las terminaciones nerviosas localizadas en la zona queden expuestos ante todo tipo de elementos tales como el aire o la comida, siendo causa del retraso en el proceso de curación. Además de ello estamos ante una patología que puede llegar a ser realmente dolorosa.

Este cuadro tiene su aparición típica en el segundo o tercer día tras la extracción, y suele durar, ya sea con o sin tratamiento, unos diez o quince días. El paciente nota un ligero malestar inicial, seguida de una leve mejoría y un empeoramiento súbito, en forma de dolor importante que es difícil de controlar incluso con analgésicos potentes.

Dado que el origen de esta patología es inconcluso, la principal terapia es la prevención. Los estudios detectaron distintos factores de riesgo en el desarrollo de la alveolitis post extracción: la dificultad de la extracción, la inexperiencia del cirujano, el uso de anticonceptivos orales, una inadecuada irrigación intraoperatoria, la edad avanzada, el sexo femenino, el tabaquismo, la inmunosupresión, y el trauma quirúrgico.

La inexperiencia del cirujano, que podría relacionarse con un mayor trauma producido durante la extracción, produciría un retraso en la curación alveolar, y puede dar lugar a trombosis de los vasos subyacentes y a una menor resistencia a la infección por parte del hueso alveolar.

El uso de contraceptivos orales y el sexo femenino, también son relacionados con la aparición más frecuente de esta patología, los estrógenos y otras drogas, contribuyen a la pérdida prematura del coágulo y al desarrollo de osteítis alveolar. Los estrógenos endógenos cambian durante los días 23 a 28 del ciclo menstrual también influirían en la aparición de osteítis. En resumen, la alveolitis puede llegar a afectar a las mujeres en relación de 5:1 respecto al sexo masculino.

El tabaquismo, en determinados estudios, ha supuesto un aumento de la frecuencia de alveolitis del 500% (12% frente a 2,6%). Sin llegar a extremos tan espectaculares, se cuantifica que la tasa de alveolitis aumenta un 20% en pacientes que fuman más de un paquete por día, y un 40 % si el paciente fuma en el día de la cirugía o después de la misma.




sábado, 12 de noviembre de 2016

Qué cuidados tener en la extracción dental

Evitar bebidas alcohólicas, dos días antes del procedimiento y mientras dure el tratamiento con antibióticos, en caso de que el odontólogo los prescriba.

Si la extracción dental es compleja y requiere gran cantidad de anestesia (como en la extracción de las muelas del juicio), asista al procedimiento con una persona de confianza, que lo traiga y lo lleve de regreso a su domicilio.

El cirujano puede recetar antibióticos antes del procedimiento para evitar que los gérmenes de la boca pasen al torrente sanguíneo durante la cirugía. Esto por lo general se realiza en pacientes inmunosuprimidos con alteraciones cardiacas, diabéticos, que toman medicamentos, etc.

• Los cuidados que hay que tener después de la cirugía después de la extracción dental, es normal que se presente un sangrado, el cual puede durar desde veinte hasta treinta minutos. Habitualmente el especialista colocará una gasa en el lugar de la extracción, la cual debes morder por 30 minutos, con el objetivo de parar el sangrado, es importantísimo no escupir, no hablar y no exponerse al calor para evitar hemorragias. En caso de que la hemorragia no seda, deberá volver al odontólogo, o a un servicio de emergencia para que lo atiendan.

El dolor y la inflamación son comunes, sobre todo en extracciones cruentas, las mayores molestias tienen lugar durante los primeros 2 o 3 días, para lo cual recomendamos tomar los analgésicos y antinflamatorios recetados por el odontólogo, es útil también tras la intervención aplicar hielo para bajar la inflamación a intervalos de 20 minutos hasta la hora de acostarse.

Durante las dos primeras horas tras la extracción, no es recomendable consumir ningún alimento, después tiene que consumir una dieta blanca los dos primeros días. Además, es fundamental evitar los alimentos o bebidas calientes, que pueden causar una mayor hemorragia e inflamación.

No es recomendable realizar enjuagues vigorosos hasta que hayan transcurrido al menos dos días, cuando la coagulación tiende a completarse. No obstante, debes cepillar tu boca normalmente, pero evitando tocar con el cepillo el sitio de la extracción.

Tanto el humo del cigarro como la acción de inspirar su humo pueden causar que el coágulo se remueva, afectando a la cicatrización normal. Por tanto, en caso de que fumes, se recomienda no hacerlo durante al menos una semana

No realizar esfuerzos físicos, en la primer semana, ya que podría producirse inflamación, dolor, hemorragia, o incluso una osteítis alveolar de difícil resolución.

martes, 1 de noviembre de 2016

10 consejos para una boca sana

Todos deseamos conservar nuestra boca sana, pero debemos recordar que para lograrlo hay que seguir una serie de recomendaciones diariamente, y que si las pasamos por alto, ponemos en peligro la integridad de nuestros dientes y de nuestra boca en general.

Aunque se crea que mantener nuestra dentadura completa es cuestión de estética, la verdad es que es fundamental para la función digestiva el que contemos con la totalidad de nuestras piezas dentales, ya que sin ellos se pierde la capacidad de masticación, afectando el proceso de la digestión.

Por otro lado, la pérdida de piezas dentales puede generar movimientos indeseados de los dientes restantes, y hasta envejecimiento facial. Por ello a continuación te damos algunos consejos para mantener tu boca sana.

- Cepíllate después de cada comida: Aunque lo escuchamos desde muy niños, muchas veces lo olvidamos. Es fundamental que no queden restos de alimentos en los dientes después de las comidas, ya que van generando placa bacteriana y a la postre enfermedades.

- Hilo dental: Recuerda que el cepillo dental puede llegar solo a tres de las cinco caras del diente. Para llegar a las otras dos usa el hilo dental.

- Enjuague bucal: Con el enjuague eliminas las bacterias y microorganismos que causan caries y obtienes un aliento fresco.

- Cambia tu cepillo de dientes: El cepillo de dientes no es eterno. Los expertos recomiendan cambiarlo cada tres meses.

Pasta dental con flúor: El flúor refuerza la superficie dental y fortalece el esmalte dental.

- Controla los dulces: Los azucares presentes en los alimentos y bebidas como refrescos aumentan el riesgo de desarrollar caries. Controla su consumo.

- Evita fumar: Son muchas las investigaciones que han demostrados los efectos nocivos del cigarrillo en la salud bucal. No solo provoca la pérdida prematura de los dientes, sino que puede generar cáncer bucal.

- Chicles sin azúcar: Masticar chicles sin azúcar promueve la salud bucal ya que estimula la salivación, lo que evita la formación de caries.

- Modera la ingesta de café: El café crea una capa en los dientes que afecta el esmalte dental, permitiendo que penetren agentes que causan las machas dentales. Si no puedes cepillarte después de tomar café, al menos intenta tomar agua para remover ésta placa.

- Visita periódicamente al odontólogo: Al menos cada seis meses deberías visitar a tu odontólogo para las revisiones de rutina. En la salud el tiempo es importante, ya que mientras más pronto se atienda una afección más fácil será resolverla y así mantener la boca sana.