jueves, 26 de enero de 2012

¿Las caries se contagian?

La boca de un infante predentado normal contiene únicamente superficies mucosas expuestas al flujo de saliva. El Streptococcus mutans podría persistir en tales condiciones mediante la formación de colonias adherentes en las superficies mucosas o vivir libre en la saliva y multiplicarse a una proporción que excede al lavado causado por la saliva, porque el promedio de la flora oral es únicamente de 2 a 4 divisiones por día y la deglución ocurre cada unos pocos minutos, por esto es razonable asumir que las bacterias no se pueden mantenerse libre en la saliva solamente por proliferación pero si adheridas a las paredes de la superficie oral.

Estudios previos, han demostrado que el Streptococcus mutans presenta una débil capacidad de permanecer adherido a las superficies epiteliales. Por lo tanto, parece improbable que esos organismos puedan colonizar la boca de un infante normal antes de la erupción dentaria. Estudios clínicos más recientes han reportado que Streptococcus mutans no pueden ser detectados en la boca de infantes normales predentados pero sí después de la inserción de obturadores acrílicos para paladar hendido o erupción primaria de piezas dentarias.

Una investigación longitudinal realizada por Carlsson y colaboradores han reportado que el Streptococcus mutans fue detectado en el 20 % de infantes de 12 a 16 meses de edad (que ya presentan entre 6 a 10 piezas dentarias), y no fueron detectados en ninguno de los infantes estudiados en el primer año de vida.

Berkowitz y colaboradores han reportado que Streptococcus mutans fueron detectados en el 22 % de los infantes que tenían solamente un diente incisivo; y en estudios posteriores detectaron el 7% de infantes con 1 a 5 dientes incisivos primarios y el 29 % de infantes (promedio de edad 13,8 meses) con 6 a 8 incisivos primarios.

La colonización temprana por el Streptococcus mutans es un factor de riesgo mayor para experimentar futuras caries dentarias. Los niños que fueron evaluados longitudinalmente, y de los que hospedaban al Streptococcus mutans a los 2 años de edad en sus placas, el 89 % desarrollaban caries activas a los 4 años de edad. Una investigación adicional longitudinal que evaluó los factores de riesgo (infección por Streptococcus mutans, exposición a fluoruros, hábitos dietéticos, e higiene oral) de niños de 1 año de edad, determinaron que la presencia del Streptococcus mutans al año de edad fue el predictor más efectivo para desarrollar caries a los 3,5 años de edad.

El mayor reservorio del cual los infantes adquieren el Streptococcus mutans es de sus madres (transmisión vertical), y se relaciona con varios factores como la magnitud del inoculo, la frecuencia de inoculaciones de pequeñas dosis, y un mínimo de dosis infectiva. La supresión de los reservorios maternos del Streptococcus mutans, mediante tratamiento odontológico y antibióticos tópicos, claramente muestra que la infección del bebé puede ser prevenida o demorada.

Recientes reportes indican que la transmisión vertical no es el único vector por el cual el Streptococcus mutans es perpetuado en poblaciones humanas. En estudios realizados en jardines de infantes, muchos niños contenían idéntico genotipo del Streptococcus mutans aislado, lo cual indica que la transmisión horizontal puede ser otro vector para la adquisición de este organismo. Similares resultados se obtuvieron en estudios realizados con todos los miembros de una familia (madre, padre y hermanos).

Conclusiones:

La infección oral primaria por el Streptococcus mutans puede ocurrir en infantes predentados.

Los infantes pueden adquirir el Streptococcus mutans vía vertical y por transmisión horizontal.

El perfeccionamiento en la prevención de las caries dentarias puede probablemente ser realizada mediante estrategias de intervención focalizadas en la historia natural de esta enfermedad infecciosa.

martes, 24 de enero de 2012

El flúor tiene detractores

Tradicionalmente el flúor está estrechamente relacionado con la pasta dental, pues es una sustancia elemental de las mismas y considerada beneficiosa. Sin embargo, esta sustancia tiene detractores, según el doctor Sergio Vargas, que asegura que es un mineral muy tóxico y reactivo que puede provocar irrevocables problemas de salud. También utilizado en el agua, el médico lo considera como el veneno más dañino que se utiliza todos los días.

¿Beneficia a los dientes? Se dice que el flúor es bueno para los dientes, ya que convierte a la hidroxiapatita, una sustancia del esmalte dental, en fluorapatita, una estructura mucho más resistente. Aquí esta el problema, este esmalte se apoya en otra estructura blanda. Al realizar este proceso fractura el esmalte causando unas líneas blanquecinas muy finas sobre sus dientes, que son las rajaduras, precisa el profesional.

También en el agua. Vargas no está solo en sus críticas, la organización en contra de la fluorización del agua llamada Fluoride Action Network señala que el agua con flúor puede ser un factor de depresión y de problemas en la tiroides. También se cree que su consumo es responsable de daños en el cerebro, los riñones y el sistema endocrino. Por su parte, la naturópata Pip Waller considera que el flúor es una de las sustancias más cancerígenas del cuidado de la salud, junto con el talco.

Dañino para el organismo. Vargas insiste que este mineral es una amenaza y que por tal motivo en muchas partes del mundo ya no se utiliza como elemento agregado del agua, por considerarse nocivo. "Si las personas supieran de dónde sacan ese flúor y el daño que genera día a día en nuestro organismo, estoy seguro que se preocuparía por usar una mejor agua", alarma el médico. Cuando nos cepillamos los dientes con flúor, este también llega a las encías y al interior de nuestro organismo, puesto que no los tragamos porque la boca tiene un poder de absorción impresionante, indica.

Reemplazarlo con alimentos. El especialista, enfatiza que el flúor que necesitan nuestros dientes "podemos conseguirlo en las frutas y vegetales. También en la comida, en el té y en los mariscos por su relación con el mar", agrega.

martes, 10 de enero de 2012

Hola y adiós a los dientes de leche

Luego de la primera etapa de dentición, uno de los procesos más difíciles para los padres es mantener sanos los primeros dientes de sus hijos.

El primer diente del bebé es un acontecimiento que jamás se olvida, mientras que algunos niños pasan los brotes de su dentición sin enterarse, a otros les produce molestias y malestares agudos. Sin embargo, el cuidado de los denominados "dientes de leche" debe ser una etapa de responsabilidad compartida entre padres e hijos.
Cuándo salen y cuándo se caen los dientes. Durante el periodo de la dentición, los bebés suelen tener molestias que varían mucho de individuo a individuo. Los primeros dientes del bebé suelen salir a partir del quinto mes, aunque existen casos en los que estos no salen hasta los 12 meses.
Según el pedriatra Óscar Ninavia, el orden de aparición y la caída de los dientes de leche es muy importante. Los incisivos inferiores aparecen entre los cinco y los 12 meses, los incisivos superiores salen entre los siete y 10 meses, Los laterales superiores e inferiores brotan entre los nueve y 12 meses, los primeros molares superiores e inferiores aparecen en la boca del niño a partir de los 12 y los 18 meses, los caninos superiores e inferiores salen entre los 18 y los 24 meses "y los segundos molares inferiores y superiores entre los 24 y los 30 meses". De la misma forma, de acuerdo al orden en que aparecen, a partir de los 6 años hasta los 11 se van cayendo de forma natural.
Limpieza y cuidado. Según Ninavia a los tres años, uno de cada tres niños ya tiene caries, a los cuatro años, el porcentaje asciende al 63 por ciento y, a los cinco años, se sitúa casi en el 85 por ciento. "La mayoría de las veces, la culpa es de mamá y papá, que no enseñan al niño a lavarse los dientes, la caries de un diente de leche nunca debe subestimarse, ya que si no se cura con rapidez, puede provocar una inflamación". Además agrega, "si el diente careado está dañado debe extraerse, esto formará un espacio vacío y los dientes permanentes crecerán de forma desordenada, con lo que será necesario una ortodoncia para corregirlos".
Para proteger los dientes de leche, es importante hacer de la limpieza bucal una regla higiénicas normal y cotidiana del niño. Durante los meses que preceden a la aparición de sus primeros dientes, el pediatra aconseja utilizar una gasa mojada en agua para eliminar las bacterias de los dientes, luego el cepillado después de cada comida.

6-30 meses es el periodo en que se completa la fase de dentición temporal.

20 dientes temporales o “dientes de leche” tendrá el niño hasta cumplir los tres años.
Alimentación sana para prevenir las caries. La principal amenaza para los dientes es el azúcar que se encuentra en caramelos, dulces y galletas. Las sustancias azucaradas que contienen estos alimentos se disuelven en la boca, permaneciendo mucho tiempo en contacto con los dientes. Las bacterias de la placa absorben estos azúcares y producen a su vez ácidos que causan la caries.
Consejos para el cuidado bucal .Para evitar las caries, se debe eliminar de la dieta de los niños el consumo de azúcares y, sobre todo, no acostumbrar al niño a dormirse bebiendo una infusión azucarada, un zumo de frutas o dándole dulces.
Asimismo, el experto advierte no olvidar que, para reforzar los huesos, y en particular los de la mandíbula, los niños necesitan sales minerales, como el calcio y el flúor, y de forma especial la vitamina D.

sábado, 7 de enero de 2012

¿Por qué y cómo se forman las caries?

La caries es una enfermedad infecciosa transmisible, la más común que afecta a los dientes, en la que los ácidos producidos por las bacterias disuelven los dientes.

Algunas bacterias como las Streptococci mutans y Lactobacilli, se pueden transmitir, por ejemplo, de padres a hijos. Estas bacterias son cariogénicas (lo que significa que provocan caries) y crean una película pegajosa, conocida como placa dental, en la superficie de los dientes. Las bacterias de la placa dental se alimentan de carbohidratos fermentables y los transforman en ácidos. Los carbohidratos fermentables son azúcares y otros carbohidratos, provenientes de la comida y la bebida, que las bacterias pueden fermentar. Los ácidos que se forman disuelven minerales como el calcio y el fosfato de los dientes. Este proceso se denomina desmineralización.

Pero la caries no es inevitable. La saliva arrastra los restos de comida que quedan en la boca, neutraliza los ácidos producidos por la placa bacteriana y aporta calcio y fosfato a los dientes en un proceso que se conoce como remineralización. La saliva también actúa como depósito para el flúor de la pasta de dientes o de las aguas fluoradas. El flúor ayuda a controlar las caries remineralizando los dientes e inhibiendo la producción de ácidos bacterianos, lo que reduce o frena el proceso de caries.

Las caries sólo se producen cuando el proceso de desmineralización supera el de remineralización durante un cierto período de tiempo.

viernes, 6 de enero de 2012

Los dientes del niño, su cuidado empieza en el embarazo

No es difícil deducir que una buena dentición depende de una buena alimentación de la madre antes, durante y después del parto. El desarrollo de los dientes empieza por lo menos seis meses antes del parto. Está pues comprobado que con un buen régimen alimenticio de la madre, ayude a echar los cimientos de unos dientes buenos y sanos en la criatura. Después del nacimiento a fin de que los dientes continúen su desarrollo normal, es importante que el niño reciba la mejor alimentación posible. Para ello, la madre debe llevar una vida sana, alegre y llena de optimismo.

La dentición es un proceso normal que continúa desde más o menos la edad de seis meses hasta los dos años y medio. Es muy normal que el niño se ponga irritable a la aparición de los primeros dientes y este hecho hace que la alimentación no sea muy buena. De lo que debemos estar convencidos es que la dentición por sí sola raras veces causa enfermedad o fiebre. Si el niño se encuentra entre los seis y dieciocho meses y presenta sensaciones febriles o de enfermedad, no debe atribuirse a la dentición, porque puede

ser otra causa como un resfriado, dolor de oído u otras dolencias propias de la niñez.

La primera dentición consiste en veinte dientes, diez en el maxilar superior y diez en el maxilar inferior. A la edad de un año el niño presenta seis dientes y así sucesivamente. Para tener dientes fuertes y sanos, durante la segunda mitad de su año, debe darse alimentos secos y duros. El ejercicio producido al morder y masticar ayuda al desarrollo de los dientes, fortalece los maxilares para tenerlos fuertes y sanos. Existe una marcada tendencia de mantener al niño demasiado tiempo con papillas suaves, este hecho no permitirá un buen desarrollo de los dientes. Puede comenzar a darle un pedazo de pan tostado y seco o un alimento duro de cualquier clase, pero se recomienda atenderlo cuidadosamente sin dejar de vigilarlo, hasta que aprenda a comerlo y valerse por si mismo. Evítense los chicles, dulces o chocolates, porque estos alimentos requieren un aseo bucal posterior, a lo cual el niño aun no está habituado, sépase también que cualquier dulce provoca descalcificación de los huesos y debilitamiento del esmalte de los dientes.

Dientes sanos: nuestra primera presentación

T ener los dientes más blancos es una preocupación estética que le interesa a la mayoría de las personas. No es bonito andar luciendo dientes amarillos o con manchas. Y por suerte se puede lograr tener la dentadura más blanca recurriendo a estos sencillos trucos. Es muy bueno para lograr una dentadura más blanca el hecho de cepillarse habitualmente los dientes con bicarbonato de sodio. Lo ideal es hacerlo una vez por semana, ya que el abuso puede afectar el flúor de su dentadura.

*Cuidados para la boca. Aquí tienes las reglas de oro para tener unos dientes sanos y bonitos. El resultado puede ser espectacular: cepíllate los dientes después de cada comida, siempre masajeando suavemente las encías hacia el diente.

*Hilo dental y cepillitos interdentales: son espectaculares para mantener tu boca impecable y eliminar los restos de comida.

*Visita anual al dentista. Es fundamental, si esperas demasiado puede que te encuentres con una boca llena de caries que no habías visto.

*Blanqueadores. No abusar de los blanqueadores, estas pastas no blanquean los dientes sino que impiden que se oscurezcan más o salgan manchas. Por el contrario, el bicarbonato es un producto natural con efecto blanqueador con el que puedes cepillarte y enjuagarte la boca a diario.

1 Cepillado. Lávatelos por lo menos dos veces al día, después de desayunar y antes de acostarte por la noche o después de cada comida.

2 Pasta dental. Si tienes dientes fuertes pero un poco amarillentos usa una pasta enriquecida con bicarbonato de sodio.

3 Hilo dental. Debes pasar el hilo tanto por los espacios entre los dientes y muelas aunque se produzca un pequeño sangrado.

4 Enjuague bucal. El enjuague bucal, con su poder antiséptico y desinfectante llega a los rincones donde el cepillo no ingresó.

5 Protección. No abusar de los azúcares y extremar la higiene bucal son dos puntos clave para conseguir una linda dentadura.