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viernes, 20 de abril de 2012

Nuestros dientes… grandes olvidados, pues la mayoría no se cepilla los dientes lo suficiente. Pero tranquila: no es tarde.

“Tus dientes son como perlas”, es lo primero que nos enseña mamá. Pero como todo, los dientes envejecen… y no se regeneran. No obstante, desde que existe el blanqueamiento, a finales de los años 80, las fórmulas han evolucionado y el ritual de limpieza bucal se ha perfeccionado. La mala noticia: queda mucho por hacer. Y es que la mayoría suspende la salud dental y son pocos los que acuden al dentista cada seis meses. Sin embargo, la buena noticia es que somos las mujeres las que nos preocupamos más por nuestra dentadura. Aunque no hay excusa para no acudir a tu cita semestral sagrada, las nuevas técnicas de blanqueamiento de uso doméstico nos permiten presumir dientes blancos. Antes que nada, debes tener claro que el blancamiento no es un procedimiento médico, no resulta en dientes más saludables, pero si en unos más blancos y una sonrisa inmaculada.

Blanco resplandor

Nuevas técnicas.

“Los blanqueamientos producen sensibilidad”, es la queja más común y lo que mantiene a muchos alejados. Pero ahora las cosas son diferentes. Los productos se han enriquecido con flúor y nitrato de potasio, dos ingredientes capaces de frenar el dolor. Claro que en algunos casos se sigue produciendo malestar, pero es pasajero.

Por otro lado, los activos se presentan en varias concentraciones, lo que permite personalizarlo. También existen múltiples sustancias: el peróxido de carbamida, por ejemplo, es ideal para jóvenes con hipersensibilidad en los dientes. Mientras que el peróxido de hidrógeno es perfecto para pacientes de más de 25 años sin hipersensibilidad.

Los métodos también han cambiado. En casos más extremos o complicados, las sesiones en consulta no bastan y muchos especialistas optan por combinar las sesiones en clínica con otras en casa, que aplicas antes de dormir. En la clínica, las concentraciones son más elevadas.

Con porcelana. Hoy las clínicas dentales no se limitan a corregir un problema sino que atacan varios a la vez. Hacen un estudio estético completo, con fotografías, radiografías y evaluaciones. A veces no basta con un blanqueamiento y hay que contornear los dientes. Y es que con el paso de los años se pierde la forma natural de los dientes y hay que limar los ángulos para recuperar una sonrisa joven. El nuevo grito son las láminas de porcelana, que resuelven el 60 por ciento de los problemas estéticos. La mejor porcelana es la feldespática (la más bella y traslúcida) y es permanente.

Un futuro blanco. Aún no han llegado a Bolivia, pero el Reino Unido y EEUU se han vuelto adictos a las tiras blanqueantes (whitening strip, disponibles en Internet) son fáciles de usar, aunque el resultado es menos brillante. Para lograr el mejor blanqueamiento, se deben seguir unas pautas: dejar seis horas entre el lavado y la aplicación de las tiras.

La razón: el flúor de la pasta o del colutorio podría anular su efecto. Antes de aplicar las tiras se deben secar los dientes con una toallita. Al colocarlas, debemos evitar que entren en contacto con las encías, el peróxido las podría inflamar. La regla de oro: no comer ni beber mientras se lleven puestas. /

A cepillar los dientes

1 Sin presiones. No se deben limpiar con las cerdas del cepillo perpendiculares a los dientes ni tampoco se debe apretar, pues puedes dañar las encías y no se arrastra la suciedad. El truco está en inclinar ligeramente el cepillo.

2 Espejito. Mírate al espejo y no hagas dos cosas a la vez (un error que todas cometemos). Dedícale tiempo, por lo menos dos minutos.

3 El toque final. El hilo dental es el gran olvidado... admitámoslo, muy pocos lo usamos. Un consejo: al pasarlo entre los dientes, apoya junto a uno de los dos dientes y no apretes contra las encías.


Mitos & Verdades

Existen riesgos para la salud dental que son menos obvios, pero pueden borrar la sonrisa de tu boca. Revelamos mitos y verdades sobre tu salud y belleza dental.

Verdad: Cepillarse no es sufí. La causa principal de una sonrisa antiestética es la erosión ácida, la cual no se puede combatir con un cepillado rápido. Debes cepillarte y pasar hilo dental todos los días. Si no usas hilo dental, ¡no te estás limpiando los dientes!

Mito: Las bebidas dietéticas no dañan la dentadura. No son sólo los azúcares los que dañan tus dientes. Esas bebidas también son muy ácidas, por lo que corroen la delgada capa de esmalte que cubre los dientes. Incluso las bebidas “dietéticas” son problemáticas, pues el problema no es el azúcar, sino el ácido.

Mito: Las pastas blanqueadoras no dañan dientes. Usar con regularidad una pasta dental blanqueadora puede elevar el riesgo de desgastar el esmalte, pues pueden ser muy abrasivas. Además, tienen resultados muy poco visibles y de corta duración.

Por otra parte, el blanqueamiento profesional, supervisado por un dentista, (en casa o consulta) son seguros y eficaces para eliminar las manchas superficiales sin dañar el esmalte de la superficie del diente y son de largo tiempo de duración.



QUICKIE

No toda pasta dental es buena. Para obtener beneficios de salud dental, las mejores son las que contienen flúor y no son abrasivas. Algunas pastas pueden no contener flúor y tener partículas blanqueadoras abrasivas.

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