Una buena higiene bucodental comienza por un correcto cepillado, pero no consiste solo en eso. A la rutina del cepillo de dientes tras cada comida hay que sumar otras no menos importantes, como el uso del hilo dental cada día. Los dientes deben cepillarse durante dos minutos al menos dos veces al día, aunque lo idóneo sería hacerlo inmediatamente después de cada comida principal. Si se va a disfrutar de una sobremesa muy larga y no es posible lavarse justo después de comer, entonces convendría lavárselos antes. Entre todas las recomendaciones sobre frecuencia de cepillado la más importante es la de lavarse los dientes antes de acostarse, ya que durante el sueño se produce menos saliva, un agente de defensa vital frente a los microbios. La pasta dental llena la boca de espuma, da la sensación de haberse limpiado y puede invitar a terminar el cepillado antes de tiempo. Por eso se aconseja aplicarla al final del cepillado y en poca cantidad
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