Pocos años atrás se concluyó que los dientes son una fuente rica en células madre. Los niños tienen unos 20 dientes de leche que se caen entre los 6 y los 12 años. Los adolescentes tienen cordales que muchas veces tienen que extraerles entre los 14 y los 25 años porque roban espacio en la mandíbula o crecen fuera de lugar.
Todos los dientes son fuente de células madre, pero se recomienda utilizar los de leche, porque son células más jóvenes y se reproducen mucho más rápido.
Para la utilización de estas células, el diente tiene que estar sano, debe ser extraído por un cirujano dentista y llegar a un banco de células madre en un lapso no mayor a 48 horas, pero hasta el momento todos los bancos de almacenamiento son privados y están en el extranjero.
Las células madre abundan en la pulpa, la cual será congelada con nitrógeno líquido hasta requerir su uso, esta es preservada hasta por 30 años. Esperamos que este proceso en los próximos años sea algo tan común como poner el diente bajo la almohada.
Estas células son el sistema de reparación de tejidos del cuerpo. Las células madre debajo de la piel producen constantemente material para reemplazar la piel que se pierde o se daña. Lo mismo ocurre con el corazón y el páncreas, excepto que cuando el cuerpo se debilita con los años, las lesiones y las enfermedades, esas células comienzan a perder la capacidad de mantener el ritmo. Hoy las células madre de la médula ósea, la sangre y ahora la de los dientes, pueden reprogramarse para regenerar órganos afectados.
La terapia con células madre trata enfermedades reemplazando a las células enfermas y disfuncionales por células saludables y funcionales. Este tratamiento será una posible cura para todo. Desde la parálisis hasta la calvicie. Quizá un día se tendrá la tecnología adecuada para desarrollar las escasas células madre de los dientes o los cordones umbilicales, y obtener la capacidad de curar incluso la leucemia de un adulto.
Gracias a este descubrimiento reciente, se han expandido las posibilidades de tratamientos y gracias a un procedimiento no-invasivo, se pueden obtener células madre de todos los dientes y preservarlas (bajo medidas de higiene) para un posible uso futuro.
Consultorio: Velasco Galvarro
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