Ortopedia dentofacial

De la especialidad de "Ortodoncia y Ortopedia Dentofacial", la mayoría ha oído hablar de "ortodoncia", pero pocos saben a qué se refiere la parte del título que nombra "Ortopedia Dentofacial". El término sugiere al paciente que el tratamiento puede mejorar significativamente su aspecto facial, además de corregir las irregularidades dentales.

La adopción de este término descriptivo más amplio ha permitido extender los horizontes de la especialidad y ayuda al público a valorar las numerosas ventajas del tratamiento

dentofacial.

Mientras que la ortodoncia controla el movimiento de los dientes, la ortopedia dentofacial orienta el crecimiento y el desarrollo facial, que sucede principalmente durante la niñez y la adolescencia. En ambos casos se utilizan aparatos que permiten el movimiento dentario (generalmente brackets, los más conocidos en ortodoncia) combinados con otros aparatos especialmente diseñados para guiar el crecimiento facial según las anomalías faciales presentes.

El tratamiento ortopédico dentofacial se realiza en pacientes que presentan algún tipo de problema a nivel esqueletal, ya sea por deficiencias o excesos donde se estimula al hueso para redirigir la dirección de su crecimiento. Los aparatos ortopédicos estimulan el crecimiento y normalizan el desarrollo de los huesos de la cara, sin actuar directamente sobre los dientes, los dientes van corrigiéndose secundariamente en la medida que se va normalizando el tamaño y posición de los maxilares.

La edad ideal para iniciar un tratamiento ortopédico es a partir de los 6 hasta los 12 años, o bien hasta que existan huesos en crecimiento, susceptibles de ser modificados. Esto puede conocerse, con la ayuda de indicadores óseos de crecimiento, por medio de radiografías cárpales.

La ortopedia nos ayuda a: Corregir la función para restablecer la forma, produce movimientos dentarios mediante el estímulo de transformación de los tejidos.

Emplea aparatos fijos, removibles, intra y extraorales que actúan sobre dientes, labios, lengua, encías, paladar, piso de la boca, articulación temporomandibular, mejorando masticación, deglución, respiración y fonación.

La mayoría de los problemas de crecimiento en la boca involucran la cara, desmejorando estéticamente al paciente. Si se corrige a tiempo se evitan alteraciones de la forma de los maxilares, falta de espacio para los dientes permanentes, problemas de mordida (oclusión) y dolor en la articulación temporomandibular, entre otras.

Los beneficios de un diagnóstico temprano de deficiencia o aumento en el crecimiento de los huesos faciales en niños, puede ayudar a prevenir la cirugía facial cuando sean mayores.