La lesión precancerosa se trata de un tejido, en este caso oral, morfológicamente alterado, en el que la aparición de cáncer es más probable que en el tejido equivalente de apariencia normal. Implica reversibilidad y no implica el desarrollo definitivo de neoplasia.
El tabaco y la ingesta excesiva de alcohol son los factores de riesgo principales, además de los factores nutricionales. De hecho el tabaco y el alcohol tienen implicaciones en este aspecto generando desnutrición, aumento de radicales libres e inmunosupresión. Sin embargo, la mayoría de los autores coinciden en que la existencia de displasia epitelial es el más importante factor de riesgo en la transformación maligna. Las más frecuentes son:
Leucoplasia: Es una lesión blanca que no se desprende y que ni por la clínica ni por la histología puede ser clasificada como otra lesión. Por tanto precisa un estudio anatomopatológico para su diagnóstico. La incidencia es más frecuente en varones y en la raza caucásica. La prevalencia aumenta con la edad. Aproximadamente un 5 por ciento de estas lesiones evolucionarán a carcinoma en un periodo de 5 años.
Eritroplasia: Lesión de la mucosa bucal de color eritematoso, aterciopelada que no se puede clasificar ni clínica ni anatomopatológicamente como otra entidad. Por tanto, al igual que las leucoplasias precisa estudio histológico para su diagnóstico, encontrando que en el 60-90 por ciento aparecen displasias epiteliales, carcinomas in situ o carcinomas epidermoides. La etiología es similar a la leucoplasia, estando implicado el tabaco y el alcohol.
Queilitis actínica o crónica: Caracterizada por trastornos degenerativos que se producen asociados al proceso general de envejecimiento, que suceden en la piel y en el bermellón de los labios. Puede estar influido por factores hereditarios (como la coloración de la piel), y por exposición a elementos climáticos.
Esta lesión rara vez se presenta en la mucosa bucal, pero cuando aparece afecta con frecuencia considerable al labio inferior.
Liquen plano: Enfermedad inflamatoria crónica de la piel y mucosas. La mayor incidencia se observa entre los 30-50 años y es más frecuente en mujeres. Para algunos autores es la enfermedad no infecciosa más frecuente de la cavidad oral. Su etiología es desconocida pero se ha descrito asociación con ciertas enfermedades (colitis ulcerosa, hepatitis C, Síndrome de Sjögren), fármacos (sales de oro, ansiolíticos, betabloqueantes, antipalúdicos, clorotiazida, estreptomicina, tetraciclinas, tolbutamida), estrés, personalidad obsesiva, genética (influencia familiar). En la actualidad se considera una enfermedad de base inmunológica.
Aunque las lesiones pueden aparecer en piel, mucosas o uñas, es frecuente que la única manifestación sea la mucosa oral. Evoluciona en forma de brotes.
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