¡Cepíllate los dientes!, es una frase muy utilizada por las madres en su intento por cuidar la dentadura de sus hijos. Muchas veces son escuchadas y siguen sus consejos, pero en otros casos no, y es cuando el dolor se presenta como un anuncio de caries profunda que el dentista detecta en su consulta diaria.
Por fortuna, existe un grupo mayoritario de odontólogos que considera muy importante el mantener los dientes naturales a removerlos y reemplazarlos por puentes o implantes. La endodoncia se presenta como una alternativa para el tratamiento de enfermedades de la pulpa dental, en lugar de someterlos a costosas e irreversibles extracciones.
“La mala higiene bucal es la causa principal de la caries en niños y adultos. La misma que avanza en forma asintomática a nivel del esmalte, pero al llegar a la pulpa dentaria es cuando causa sensibilidad. Y la única manera de salvar la pieza dental consiste en hacer un tratamiento de endodoncia”, explica el dentista Rufo Chávez.
Según el odontólogo, la endodoncia al tratar las enfermedades de la pulpa dentaria utiliza una serie de técnicas y, en el caso particular, de la caries profunda, hace uso de la técnica del tratamiento de conductos radiculares con el fin evitar las pérdidas definitivas de las piezas dentales.
“El tratamiento de conductos consiste en extraer la pulpa del diente, que es un tejido pequeño en forma de hebra, que se encuentra al interior del conducto dental. Una vez que esta pulpa se enferma o se daña se extrae, ese espacio se limpia, se le vuelve a dar forma y se rellena, para luego sellar el conducto”, afirma Chavez.
PROCEDIMIENTO
Según el dentista, esta técnica se utiliza en tres casos: caries profunda, dientes fracturados y lesiones severas en la raíz de la pieza dental. Y se debe seguir los siguientes pasos para su aplicación:
1.- Radiografía de la pieza a tratar
2.- Perforación el diente afectado
3.- Retirar la pulpa enferma o dañada
4.- Limpiar y agrandar la cámara de la pulpa y los conductos de la raíz
5.- Rellenarlos con material especial
6.- Restaurar la abertura de la corona en forma temporal
7.- Las sesiones dependen de la cantidad de raíces del diente.
8.- Proceder al sellado del conducto radicular
Según Chávez, esta técnica se aplica en niños que tienen dientes de leche o permanentes, y en adultos. En el caso de algunos pacientes que son muy sensibles, se recurre al uso de anestesia local con el fin de evitar algún dolor, pero no es muy frecuente el hacerlo.
“Por lo general, se requieren entre 4 a 6 sesiones para un tratamiento óptimo. Para ello es necesario una radiografía periapical (ápice, corona, raíz, tejido óseo y espacio periodontal) para ver el conducto radicular, su forma y en qué estado de deterioro se encuentran la pieza dental”, explica Chávez.
Lo usual es que los dientes anteriores tengan una sola raíz, pero en el caso de los premolares se tienen dos raíces en particular en los varones, ya en los molares se pueden encontrar entre 3 a 4 raíces, de forma diferente entre ellas redondas, ovoides y curveadas.
El uso del láser en odontología también se ha constituido en un aliado inseparable, pues se lo utiliza en el 97 por ciento de los tratamientos dentales, por ejemplo para el tratamiento de conductos, en particular en los niños que son muy sensibles al dolor.
DURACIÓN
Las piezas dentales restauradas gracias al tratamiento de conductos pueden durar toda una vida si se las cuida correctamente, no hay que descuidar la higiene bucal de por lo menos tres veces por día y el acudir a exámenes odontológicos regulares para evitar problemas futuros.
“El diente tratado con esta técnica de endodoncia puede durar el tiempo de cualquier otra pieza sana. En algunos casos puede bajar un tono a dos tonos del color del esmalte, pero si el tratamiento ha sido realizado cumpliendo todas las reglas, este no cambia de color”, asegura el dentista.
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