La castañuela o juncia real es considerada en la actualidad una mala hierba de difícil erradicación, sin embargo, para nuestros ancestros era un valioso protector dental.
Efectivamente, el análisis de los huesos de 2 000 años de antigüedad encontrados en Sudán ha demostrado la presencia de restos de castañuela, mientras que las dentaduras de los esqueletos estaban sorprendentemente limpias. Los autores del estudio, publicado en la revista PLOS ONE, afirman que se debe a las propiedades antibacterianas de la planta.
En general, los primeros humanos no solían tener caries, gracias en parte a que su dieta se basaba en carne y apenas contenía hidratos de carbono.
Las bacterias y los ácidos comenzaron a dañar los dientes cuando, más tarde, desarrollaron la agricultura y ampliaron su alimentación a los cereales.
Sin embargo, cuando el equipo analizó los dientes de personas enterradas hace apenas 2 000 años en el yacimiento prehistórico de Al Khiday 2, descubrieron que menos del 1 % mostraba caries, a pesar de que probablemente eran agricultores, según explica la coautora del estudio Donatella Usai.
La experta añade que el análisis de la placa reveló que habían ingerido tubérculos de castañuela, quizá como medicina o simplemente como alimento. Además, los cuerpos enterrados en el mismo yacimiento hace 8 700 años, antes de la llegada de la agricultura, muestran los mismos restos, lo que sugiere que, en este caso, los consumieron con la única intención de alimentarse.
Experimentos llevados a cabo por otros investigadores muestran que los extractos de la planta impiden el desarrollo de bacterias relacionadas con la caries dental, aunque advierten que no se ha demostrado que nuestros ancestros ingirieran la hierba con la intención de proteger su dentadura.
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