Si despiertascon una molestia en la mandíbula, en los dientes y encima te duele la cabeza, puedes tener bruxismo, un mal hábito que consiste en apretar o rechinar los dientes. Esta costumbre inconsciente se da, por lo general, durante el sueño y es dañina para tu salud y estética dental.
“Es involuntario, se aprietan los dientes sin propósitos funcionales. El bruxismo afecta a los dientes y a los músculos de la mandíbula, cuello y oído, y está asociado principalmente al estrés y a las alteraciones del sueño. Al bruxar, la persona hace microfracturas en las piezas dentales, imperceptibles. Pero, con el tiempo y el desgaste de las piezas, tanto por este hábito como por la masticación, la fractura es evidente”, advierte el odontólogo Gonzalo Martínez.
No es todo, también genera hipersensibilidad dental y hasta la movilidad de las piezas. Así que es importante buscar un tratamiento inmediatamente.Rechinar los dientes de dormido no tiene cura, pero se puede controlar. “La manera de disminuir las consecuencias es mediante placas que relajan los músculos de la mandíbula y protegen los dientes. Esto evitará que choquen entre sí y se desgasten”, dice el cirujano dentista Sergio Lens.
El profesional añade que en casos extremos se colocan coronas de oro en las últimas muelas, “en las traseras, para que cuando la persona raspe los dientes no desgaste las piezas y así el roce sea oro con oro, un material que no se deteriora”.
Las férulas de descarga o placas pueden elaborarse en acrílico, silicona y de resina. “El material se elige según el caso del paciente, ya que cuando el bruxismo es severo, las placas rígidas (resina o acrílico) se rompen. Entonces usan las de silicona, que es blanda”, indica Lens. Este tipo de armazones se fabrican con moldes, tomando una impresión dental al paciente.
Una vez que cuentas con las férulas de descanso, te las colocas por las noches antes de dormir y luego de lavarte bien los dientes. Al día siguiente, te las quitas. Conserva la placa limpia, cepíllala con jabón después de su uso; no hacerlo puede provocar mal olor y sabor. Una vez a la semana, sumérgela en agua con una pastilla limpiadora de prótesis dentales durante dos horas. Antes de volver a ponértela, lávala con cepillo y pasta dentífrica. Y buen descanso.
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