Entre las enfermedades que pueden contraerse por compartir el cepillo de dientes, se encuentra la hepatitis, este hábito es uno de los más antigénicos debido a la gran carga bacteriana de este utensilio.
Se asegura que compartir comida de una misma cuchara o besar de vez en cuando en la boca a la pareja no tiene comparación con utilizar el mismo cepillo de dientes, que contiene millones de bacterias y gérmenes, además de restos de sangre proveniente de las encías. No es lo mismo intercambiar saliva que sangre.
Estas bacterias no se transmiten a través de la saliva (como es el caso de la placa dental), estas se quedan en las cerdas del cepillo de dientes. Esto es todo lo contrario a lo que ocurre con los virus, que no sobreviven al aire libre, por ello la gripe si se llega a contagiar por los besos pero no por usar el mismo cepillo.
Al utilizar el cepillo de dientes de otra persona, hay un intercambio de bacterias muy poco recomendable. Algunas enfermedades que se pueden contraer son: Caries causada por la bacteria Streptococcusmutans, candidiasis, herpes zoster, hongos orales, todas estas se pueden contagiar de persona a persona por compartir el cepillo de dientes.
¿Se puede transmitir el virus de la inmunodeficiencia humana VIH-Sida por el cepillo dental?
Como se sabe, las principales rutas de infección del VIH-Sida son: la infección por la vía sexual, las transfusiones sanguíneas, por compartir jeringas y la que se ocasiona de la madre al hijo durante el embarazo.
Según muchas evidencias, es prácticamente imposible el contagio de VIH-Sida al compartir el cepillo de dientes con un infectado de dicha enfermedad. En el hipotético caso, tendría que existir sangrado de encías en el paciente enfermo y además, la otra persona tendría que utilizar el cepillo dental con las partículas del virus inmediatamente después (pocos segundos entre ambos cepillados dentales). A la vez, la persona sin VIH tendría que presentar encías sangrantes o tener una lesión sangrante en su boca.
Sucede que el virus de la inmunodeficiencia humana es muy poco resistente a las condiciones ambientales, muriendo rápidamente al salir de su medio ambiente, como la sangre y fluidos corporales. A la vez, se conoce que se necesita una cantidad mínima de sangre o fluidos infectados para propagar la enfermedad y que dicha cantidad es mayor que la que podríamos encontrar en un cepillo de dientes.
Más bien el motivo por el cual no deberíamos compartir el cepillo dental con alguien que tiene sida, es más bien para proteger al enfermo de nuestras bacterias y microorganismos. En todo caso, se cumplen los principios planteados que sustentan el hecho de que no deberíamos compartir el cepillo dental con nadie, más allá de si presenta o no alguna enfermedad.
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