Puede parecer una costumbre, pero masticar siempre por el mismo lado no es solo eso. Se trata del síndrome de lado habitual de masticación y recientemente un equipo de investigadores españoles consiguió asociar con precisión las características y el pronóstico de evolución de este síndrome, lo cual puede ayudar a predecir la efectividad del tratamiento que se determine para cada paciente.
Este síndrome puede afectar hasta al 80% de la población y las personas que lo padecen pueden sufrir un remodelado asimétrico de las articulaciones temporomandibulares y dolor en las piezas dentales masticantes. Además, solo los dientes del lado trabajador se estimulan.
Los investigadores destacaron que hasta un 18% de la población afectada requiere tratamiento, en el que suele emplearse una férula oclusal que permite que el problema evolucione de forma favorable y sea tolerado sin mayores consecuencias.
Además, un tres por ciento de la población sufre los síntomas de un modo severo o grave, con dolor que va desde molestias dentales hasta dolores de oído y cabeza de gran intensidad y con frecuencia, limitación de la apertura bucal, lo que hace que masticar se convierta en una tarea dolorosa que puede ser incapacitante.
Este trastorno había sido descrito por primera vez por Costen, un otorrinolaringólogo que vio que los síntomas óticos (oír ruidos inexistentes, mareos, vértigos) eran frecuentes. Pero observó que los pacientes solían tener la dentición desgastada y le atribuyó esta enfermedad a lo que llamó "colapso de mordida".
Sin embargo, ahora han visto que corregir ese colapso de mordida no cura esta patología, por lo que hoy se considera que Costen estaba equivocado y que otros factores, que aún no se conocen del todo, podrían ser los que la causan.
Al demostrar esta asociación de características mediante el síndrome de lado habitual de masticación, investigadores vieron lógico que esta patología pueda responder predecible y favorablemente a un tratamiento de equilibración oclusal.
En la experiencia del equipo, recuperar la manera de cerrar la boca suavemente y sin impedimentos, a la vez que restaurar, reponer y remodelar los dientes, especialmente en el lado que menos se emplea para masticar, puede eliminar o reducir drásticamente los síntomas.
Además, reconoce que la investigación permite dar esperanza a los miles de pacientes que conviven con este dolor de difícil identificación, ante el que hasta ahora solo se podía actuar de forma sintomática y no etiológica.
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