• Fase precoz, subclínica o clínica. Es aquella en la cual ya existen las mínimas expresiones de la enfermedad y que con frecuencia no es posible detectarla clínicamente sino con los medios de ayuda diagnóstica, motivo por el cual muchos la denominan fase subclínica, pero también puede ser clínica.
• Fase avanzada, clínica o subclínica. Es aquella en la cual la enfermedad avanza notablemente, produciendo estragos en el organismo, somática o síquicamente, y llega hasta su máxima capacidad de daño o destrucción, que puede ser parcial o total de un órgano o sistema, la pérdida parcial o total de las funciones de un órgano o sistema y la muerte de todo el organismo.
Todo lo anterior
puede tener manifestaciones clínicas o subclínicas.
Cuando sólo se produce la destrucción o pérdida de funciones, parcial o total, de un órgano o sistema, el organismo viviente pasa a sufrir las consecuencias determinadas en el siguiente período. Si se presenta la muerte, con ella termina la historia natural de la enfermedad, porque la enfermedad también fallece cuando muere el organismo que ha lesionado. A la enfermedad le sucede lo mismo que a algunos de los aparatos o equipos que se utilizan en películas o series televisadas de ciencia ficción, los cuales se autodestruyen después de cumplir una función determinada.
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