Actualmente la relación entre la salud bucodental y salud general, tiene numerosos estudios que han demostrado bastantes repercusiones. En la boca se hallan cientos de bacterias, cuando estas crecen fuera de control, pueden ocasionar infecciones en las encías y de esta manera convertir la cavidad oral en un puerto de entrada al torrente sanguíneo.
Los profesionales sanitarios insistimos que la enfermedad periodontal (enfermedad de los tejidos de sostén del diente), además de generar pérdidas dentales, también puede aumentar el riesgo de tener partos prematuros, de dar a luz bebés con bajo peso y de sufrir enfermedades cardiovasculares o diabetes. Por su parte, los pacientes con enfermedad periodontal podrían tener diabetes de tipo 2 con más frecuencia que aquellos con las encías sanas. Los diabéticos con periodontitis avanzada pueden tener un riesgo de mortalidad cardiorenal tres veces mayor que los diabéticos sin periodontitis.
Las infecciones en la boca, pueden aumentar los niveles de azúcar en la sangre y hacer que la diabetes sea más difícil de controlar, también podría causar otros problemas bucales como infecciones oportunistas, infecciones post-extracción dental, o alteraciones en la percepción del gusto.
Otro hecho que se encuentra ampliamente documentado es que la boca puede ser un depósito directo para la contaminación bacteriana de los pulmones, pasando los microorganismos de esta al sistema respiratorio, desarrollando neumonías bacterianas.
Crecientes investigaciones, demostraron que bacterias de infecciones bucales pueden penetrar en el torrente sanguíneo y contribuir a la formación de coágulos que es la principal causa de la enfermedad de las arterias coronarias, estos patógenos bucales también se alojan en las válvulas del corazón que están dañadas o que son anormales y producen endocarditis infecciosa.
Además, personas con una inmunidad debilitada por diferentes motivos tienen más probabilidades de adquirir infecciones micóticas y virales en la boca así como algunos trastornos de la sangre y gastrointestinales como la enfermedad de reflujo gastroesofágico
La buena salud puede comenzar en la boca. Sin embargo, a menudo los padres, profesionales de salud y proveedores de servicios pasan por alto su relación con la salud.
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