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lunes, 14 de septiembre de 2015

Fluorosis dental


Todos escuchamos de la importancia del flúor en el cuidado dental. Sin embargo, también hay que tomar ciertas precauciones, ya que en la actualidad se sabe que la ingestión de agua potable, que contiene fluoruro, durante la época de formación dental puede dar lugar a un esmalte moteado (fluorosis). La intensidad de dicho moteado aumenta según la cantidad de fluoruro que contenga el agua, De este modo, hay un moteado mínimo de poca importancia clínica cuando el agua contiene un nivel menor de 0,9 a 1 partes por millón de fluoruro que se vuelva más notorio cuando el nivel es mayor.

La fluorosis está provocada por la ingesta o exposición excesiva de flúor mientras se produce el desarrollo del esmalte antes de la erupción dental. Esta es más frecuente en la dentición permanente, se presenta en zonas donde las aguas tienen una proporción de flúor superior a 1ppm (parte por millón).

Generalmente la fluorosis en los dientes anteriores, se produce entre el año y medio, hasta los tres años de edad aproximadamente. Aunque puede producirse después, éste es el momento clave. Se inicia con manchas blancas en el esmalte, que luego adquieren un color marrón o gris verdoso. En formas más avanzadas se producen pérdidas de sustancia en forma de pequeños hoyos dispuestos linealmente o bien como vetas paralelas por profundización de las periquimatias (diente veteado).

Los dientes afectados moderada o intensamente pueden mostrar tendencia a desgastar, e incluso fracturar, el esmalte. Algunos estudios demuestran que estos dientes presentan dificultades para sostener las restauraciones dentales.

Para prevenir la aparición de fluorosis, en Europa está prohibida la comercialización de dentífricos con más de 1.500 ppm de flúor. Además los dentífricos con más de 1.000 ppm de flúor han de ser de uso exclusivo para adultos o bien incluir una advertencia de seguridad en su etiquetado.

El esmalte moteado con frecuencia se mancha de un desagradable y antiestético color pardo. Por razones estéticas es práctico el blanqueamiento con un agente como el peróxido de hidrógeno pero manejado por un odontólogo. Este procedimiento con frecuencia es eficaz (dependiendo del grado de fluorosis); sin embargo debe realizarse periódicamente, ya que los dientes continúan manchándose. Una solución más definitiva es un tratamiento protésico, es decir coronas o preferiblemente carillas estéticas dentales de cerámica (porcelana) dental.

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