Entre los efectos que fumar produce a la salud, los problemas respiratorios y pulmonares son más conocidos, pero hay más efectos negativos muy vinculados con la salud oral, entre los cuales tenemos:
Cáncer oral: El humo de los cigarrillos está compuesto por unos 4.000 constituyentes que son farmacológicamente tóxicos, mutagénicos y, de los cuales, unos 400 son carcinogénicos. Además, entre el 75% y el 90% de todos los casos de cáncer oral están ligados a los efectos combinados del consumo de tabaco y alcohol. Los fumadores que no consumen alcohol tienen un riesgo entre 2 y 4 veces mayor de desarrollar cáncer oral que las personas que no beben ni fuman, mientras que fumar y beber mucho conjuntamente multiplica por 38 la posibilidad de desarrollar un cáncer, con una supervivencia de sólo el 50% a los 5 años del desarrollo de la enfermedad.
Enfermedad Periodontal: Es una enfermedad crónica y progresiva que ocasiona la pérdida de los dientes. La encía recibe menos sangre y oxígeno disminuyendo los mecanismos de defensa frente a las bacterias de la placa bacteriana, que se vuelven más agresivas y destruyen de manera más activa los tejidos que sostienen los dientes. Además, el tabaco, enmascara la inflamación de las encías y éstas sangran menos pese a estar inflamadas. Muchos pacientes con problemas en las encías notan un aumento en el sangrado durante el cepillado tras disminuir el consumo de tabaco.
Caries: El tabaquismo aumenta el riesgo de caries, al favorecer alteraciones en el tejido de soporte del diente ocasiona migración gingival y con ello la exposición de los cuellos dentarios, incrementándose el riesgo de formación de caries radiculares. Por otra parte, el tabaquismo tiende a disminuir el flujo salival, lo que conlleva una menor capacidad neutralizadora de la placa bacteriana.
Estomatitis nicotínica o paladar de fumador: La lesión es una mancha blanca en el paladar blando y parte posterior de paladar duro, con pequeños puntos rojos que corresponden a la salida de los ductos de las glándulas menores palatinas. Principalmente se observa en fumadores de pipa por los alquitranes y el calor del humo. Inicialmente la lesión es rojiza para hacerse grisácea-blanquecina. Esta lesión puede ser reversible, una vez que se suprime el tabaco.
Manchas en los dientes: Los dientes tienden a mancharse gradualmente por la acción de la nicotina y el alquitrán porque el humo de los cigarrillos contiene sustancias químicas que se adhieren fuertemente a las superficies dentales. El tabaco sobre los dientes produce coloración superficial (pardo amarronado) y favorece la aparición de sarro dental.
Reducción de los sentidos del gusto y olfato: Es un efecto conocido y altamente desagradable. Debido a la acción del tabaco, el fumador desarrolla una limitación creciente en sus capacidades olfativas y de percepción de los sabores, especialmente para los salados, por lo que incluso puede aumentar la tensión arterial al abusar de forma inconsciente de la sal.
Leucoplasias: Es una lesión predominantemente blanca de la mucosa oral que se puede transformar en cáncer. Y se presenta como placa o mancha blanquecina que no se desprende al raspado y que no puede ser confundida ni clínica, ni histopalógicamente con otra enfermedad.
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