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jueves, 2 de junio de 2016

El 70 por ciento de los niños necesita ortopedia maxilar

Pasados los tres años y cuando el niño puede responder a un tratamiento es necesario que además de llevarlo con un dentista se visite un especialista en ortodoncia y ortopedia funcional de los maxilares. Esto para identificar a tiempo las malformaciones de la mandíbula.

La especialista en ortodoncia y ortopedia funcional de los maxilares Bruna Flores Jaimes señaló que en el departamento un promedio de 70 de cada 100 niños tienen este tipo de problemas.

Las maloclusiones o posiciones alteradas de los dientes se pueden dar de dos formas: una con la mandíbula hacia adentro y otra con la mandíbula hacia adelante.

El primero denominado también mandíbula de pajarito es uno de los casos más severos, mencionó Flores e indicó que lo ideal es tratar este problema entre los tres y ocho años de edad.

La segunda también es denominada medialuna porque altera la cara del niño en esa forma.

La ortopedia lo que hace es estimular el crecimiento de los maxilares para corregir esa alteración que es antiestética y funcional, porque también trae problemas en la masticación.

“Lo que corresponde a esta especialidad es corregir el hueso y dejamos para más adelante la parte dental”, dijo.

Si el problema no es solucionado a tiempo, el niño puede presentar problemas en la formación de su perfil.

Si se logra el desarrollo hasta los 17 años ya no se puede hacer nada. “Tal vez se puede disimular con una ortodoncia, pero el resultado no es el mismo”, indicó.

Si se llega a la edad adulta con el problema otra de las soluciones es someter a la persona afectada a una cirugía para corregir los huesos, situación que es un poco más complicada y costosa para el paciente.

Una placa hace las correcciones entre 12 y 18 meses

La solución a los problemas maxilares está en el uso de una placa entre 12 y 18 meses explicó la especialista en ortodoncia y ortopedia funcional de los maxilares Bruna Flores Jaimes.

El tratamiento puede costar entre 700 y 750 dólares dependiendo el caso.

La placa que sujeta tanto la parte superior como inferior debe ser usada todo el día y solo sacarla para comer.

“Hay muchos aparatos para corregir este problema, la mayoría está conformada por fierros por delante que van unidos por un material de acrílico por dentro”, mencionó. Aclaró que el aparato deja libre la boca y es la misma musculatura del paciente la que lo activa.

Lo más recomendable es que el niño utilice las placas entre sus 3 y 8 años. El tratamiento en esta edad es más efectivo y evita que los huesos crezcan de manera incorrecta.

La placa genera molestias a un principio, pero es menos dolorosa que la ortodoncia. La especialista aclara que no se deben confundir los tratamientos ya que los braquets modifican los dientes y la placa los huesos.




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