El descubrimiento de los implantes osteointegrados para reponer dientes ha supuesto una gran revolución para la práctica odontológica moderna y con el paso del tiempo, se ha convertido en una práctica cada vez más común, tanto por cuestiones de salud como para recuperar la estética oral. Debido a su gran precisión y resultados satisfactorios, los implantes dentales se han convertido en la primera opción si se requiere reponer uno o más dientes.
Una de las dudas más comunes en pacientes que se someten a esta intervención es conocer la razón por la cual se deben cuidar los implantes, si tenemos en cuenta que estas piezas artificiales no pueden desarrollar caries dental. Ello se debe a que los implantes, tienen la capacidad de desarrollar diferentes patologías como por ejemplo la inflamación y sangrado de las encías (mucositis), así como también es común la infección y pérdida de masa ósea, afección que se conoce con el nombre de periimplantitis y que está considerada como una de las principales causas de la pérdida del implante dental.
Según los hallazgos clínicas observados hasta la fecha, los implantes dentales saludables presentan una serie de características comunes: Son firmes, mantienen la mucosa peri implantaría color rosa coral, no son propensos al sangrado, no responden a la percusión, no supuran y promueven una función totalmente cómoda y una estética adecuada.
En cuanto al mantenimiento de los implantes dentales, el seguimiento radiográfico se realiza generalmente después de un año de colocada la prótesis del implante. A partir de entonces, la frecuencia de la evaluación radiográfica se determinará en función de las evaluaciones continuadas. Tras el examen y la recopilación de datos por parte del implantólogo.
En los controles, que deben ser periódicos y permanentes, se realiza la limpieza de la prótesis del implante y para ello es necesario desmontar la misma, siendo este un proceso que nos permitirá eliminar los restos de placa bacteriana alojados alrededor del implante (el desmontaje de la prótesis debe hacerlo únicamente el profesional).
El aseo oral diario nos permitirá dejar tanto dientes como implantes libres de placa bacteriana. El acceso implante-prótesis-encía es el que presenta más complicaciones. Sin embargo, en el mercado existen diferentes diseños de cepillos dentales, con cabezales más pequeños, distintas angulaciones del mango, etc., que facilitan dicho acceso, también es aconsejable utilizar cepillos interdentales. La zona encía-implante también se puede limpiar con hilo dental, que nos permite acceder a la zona sin dañar los tejidos blandos. Seleccionar las pastas y colutorios adecuados es también una medida esencial a tener en cuenta y se recomienda pastas dentífricas de baja abrasabilidad.
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