Las células cancerosas de esta enfermedad afectan a las partes laterales de la lengua, el piso de la boca y el paladar. Entre los síntomas, encontramos úlceras, lesiones, dificultades para masticar, hinchazón del rostro, voz gruesa, impedimentos para mover la mandíbula o la lengua, problemas para hablar y sangrados bucales.
El diagnóstico se efectúa con la evaluación de los síntomas. Asimismo, el médico puede realizar una radiografía, análisis de laboratorio, ecografía, tomodensitometría (técnica de imagen médica que se utiliza para observar y estudiar los órganos del cuerpo humano) y tomografía por resonancia magnética.
Las personas deben reconocer las señales que alertan la presencia del cáncer bucal para poder empezar un tratamiento de inmediato y optimizar la curación.
FACTORES de riesgo
TABACO
El consumo de tabaco consiste en un causante mayor de este tipo de cáncer, ya que sus sustancias irritan las mucosas y son cancerígenas. Asimismo, inducen una elevación de la temperatura en la cavidad bucal, lo que desequilibra el ecosistema de la boca.
ALCOHOL
Irrita las mucosas bucales y acarrea un déficit nutricional que favorece el desarrollo de células cancerosas. Asimismo, provoca un desequilibrio del sistema enzimático.
NITROSAMINAS
Algunos alimentos contienen nitrosaminas, las cuales son sustancias cancerígenas que se encuentran en ciertas carnes y pescados salados. Pueden favorecer el desarrollo de cáncer bucal cuando son ingeridas en exceso.
PRÓTESIS DENTAL
Ciertas prótesis dentales pueden causar irritaciones en los nervios y favorecer la aparición de ulceraciones recurrentes, las cuales suelen volverse crónicas.
6 Aspectos que debes vigilar
1. LESIÓN
El cáncer bucal se manifiesta generalmente a través de una lesión, hinchazón o irritación persistente en la boca. En la mayoría de los casos, se trata de una pequeña ulceración que no provoca dolores. Las personas que tienen este tipo de herida durante más de 2 semanas deben acudir a un médico u oncólogo.
2. PLACAS
Las leucoplasias son manchas o placas de color blanco que aparecen en la lengua, encías o mucosas de la boca. En la mayoría de los casos, suelen ser benignas. Sin embargo, pueden volverse cancerosas cuando su textura cambia, es decir que empieza a ser espesa, agrietada y verrugosa. Por esta razón, debes observar atentamente las manchas que se presentan en tu boca.
3. ROJECES
Según muchos oncólogos, la presencia de una placa rojiza y aislada en la boca durante más de 2 semanas debe incitar al paciente a consultar a un médico. A pesar de que puede ser solamente una irritación benigna, es posible que este tipo de lesión oculte células cancerosas. Toma en cuenta que suelen desarrollarse particularmente en el paladar, encías, lengua y piso bucal.
4. DEGLUCIÓN
Los problemas de deglución son molestias llamadas funcionales, ya que no permiten ingerir alimentos y nutrirse. En caso de cáncer bucal, son provocados por el desarrollo de la masa tumoral, lo que significa una fase avanzada de la enfermedad. Requieren un tratamiento específico para frenar su crecimiento.
5. SOFOCO
Cuando un tumor se desarrolla dentro de la boca, deteriora las funciones de deglución y luego, afecta a la respiración porque aumenta de volumen. Suele causar una obstrucción en la inspiración de aire, lo que ocasiona sofoco al paciente. Generalmente, esta molestia aparece en una fase muy avanzada del cáncer bucal y debe ser atendida de inmediato, ya que la persona puede fallecer por falta de aire.
6. DIENTES
Es posible que el cáncer bucal ocasione dolores dentales, los cuales duran más de 2 semanas. Éstos aparecen cuando el tumor se ubica cerca de los huesos que rodean la raíz de los dientes. Asimismo, el paciente puede sentir molestias al cepillarse los dientes cuando el cepillo se acerca a la región afectada por las células cancerosas. Es necesario acudir a un dentista para evaluar si los dolores están asociados a un cáncer de la boca.
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