En múltiples ocasiones se ha especulado con la relación de la administración de amoxicilina en edades tempranas puede originar un daño en el esmalte dental de los niños.
En un estudio publicado en Archives of pediatrics and adolescente medicine, se intentó aclarar si la administración de amoxicilina realmente podía ocasionar un posible daño en el esmalte dental. Los investigadores siguieron a 579 niños desde el nacimiento hasta los 32 meses de edad, y con cuestionarios cada tres o cuatro meses reunieron información sobre el consumo de fluoruro y el uso de amoxicilina, al cumplir un año de edad, 75% de los niños habían usado amoxicilina, a los 32 meses, 91% habían tomado el medicamento. Se descubrió que los niños que tomaron amoxicilina de los tres a seis meses de edad tenían el doble de riesgos de padecer fluorosis dental.
La fluorosis es un trastorno a menudo relacionado con la exposición a niveles excesivos de fluoruro. En este, la maduración normal del esmalte dental se bloquea debido a la interrupción de los ameloblastos, las células que producen esta dura capa protectora de los dientes.
La amoxicilina usada durante las primeras etapas de la infancia parece estar relacionada con la fluorosis dental tanto en los primeros molares permanentes como en los incisivos centrales maxilares, la duración del uso de amoxicilina está relacionada con el número de dientes permanentes de erupción temprana con fluorosis.
Según los investigadores, la asociación puede verse incluso cuando se toman en cuenta otros factores como consumo de fluoruro, infecciones y toma de leche materna.
Los investigadores indican que es necesario realizar más investigaciones pero agregan que "el uso de amoxicilina en la infancia puede llevar a riesgos en el desarrollo de los dientes que hasta ahora no han sido estudiados, la investigación recomienda el uso "sensato" de antibióticos.
También tenemos que tener en cuenta que un uso temprano y no justificado de antibióticos va a favorecer la posible aparición de resistencia a los mismos, originando problemas a largo plazo y haciendo que luego sean menos eficaces a la hora del tratamiento de enfermedades patógenas. Recordemos que siempre debe ser un doctor quien nos prescriba y recete el consumo de cualquier tipo de antibiótico.
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